Maternidad

Echaré de menos estos Días.

        Echaré de menos estos días. Días en los que no tengo ni un momento para mí, para leer un libro, para coser un ratito o para comer sin tener que levantarme una media de cuatro o cinco veces en cada comida.

        Echaré de menos estos días. Días que me paso recogiendo pañales, encontrándome juguetes en el sitio menos pensado y limpiando huellas de deditos por las paredes y los muebles.

        Echaré de menos estos días. Días de rutina, de pasear a Nieve, jugar al balón en el parque y luchar para que te metas en la bañera y después para que te salgas.

       Echaré de menos estos días. Días de leer un cuento y dos y tres y muuuuuchos, de ver en la tele a Caillou, a Piti Mouse, a Pepa Pig o a Pocoyó y que las conversaciones con papá se reduzcan a un sólo tema: tú.

        Y también echaré de menos estas noches. Noches de negociaciones sin tregua, de desesperación, frustración y lágrimas, noches de cansancio, de «menos mal que viniste a nacer en esta casa» y de «quizás mañana tengamos más suerte«. Noches en las que te has adueñado de nuestra cama y al otro amor de mi vida lo tengo tan lejos.

        ¿ Sabes por qué? Porque nunca antes había amado tanto. Nunca antes me había quedado embobada viendo dormir a alguien, ni me habían entrado ganas de darle un abrazo tan fuerte tan fuerte que se fundiera en mis brazos… Nunca antes papá y yo habíamos vivido tantas primeras veces ni tantas miradas complices. Y porque estos días son también los días de las risas, de los saltos en la cama, de los besos con babas y las uñas negras. De los cosquillas y el lobo feroz, de las canciones en inglés y de los «yo solito», de los sandwich de Álvaro y los bailes en la cocina…

        Por eso sé que echaré de menos estos días y quizás, algún día, también echaré de menos estas noches.

23 comentarios en “Echaré de menos estos Días.”

  1. Aix!! Que bonito!!
    Desde luego, yo también lo pienso eso a veces. Sobretodo cuando I me pide que la coja en brazos una y otra vez y yo tengo la espalda hecha polvo ya, pero sólo pensar que llegará un día que no querrá que la coja hace que me olvide de todo y no me duela nada.
    Un besito!

    Me gusta

  2. Pero qué bonito!!!! Y además llevas toda la razón, yo me quejo un montón de que no me dejan en paz pero sé que en cuanto crezcan un poquitín y vayan un poco más a su bola voy a echar de menos esta época. El caso es quejarme!! jajaja Un besazo!

    Me gusta

  3. Ains, que me tienes aquí soltando la lagrimilla!! Pero qué post más tierno, madre mía… Desde luego, yo estoy muerta por dentro, no soy capaz de escribir algo así ni en mis momentos más sensibleros!!
    Me ha encantado, y también ha hecho que me enamore de Álvaro, yo también lo voy a echar de menos… 😉

    Me gusta

  4. snifff, snifff! Y tanto que lo echaremos de menos. Ay, yo pienso en el día que Maramoto ya no quiera dormir con nosotros y sé que la echaremos más de menos nosotros a ella que ella a nosotros. No hay nada como despertarse y verla durmiendo a tu lado. Qué sentimientos tan fuertes nos producen, ¿verdad? Y qué pena que el tiempo pase tan rápido…

    Me gusta

  5. Estos niños es que son un amor. Yo desde que nació Alejandra le decia a todo el mundo que la pensaba achuchar, coger y besar todo lo que pudiese, tanto que se iba a cansar de mi. Ahora Alejandra tiene 5 años y Diego 4 y he de decirte que ellos me besan y abrazan a mi tanto como yo a ellos. Cada mañana en el cole antes de entrar nos damos un gran abrazo y un beso y siempre alguien me dice que que mimosos y yo digo, me encanta que sean así porque pienso que cuando tengan 15 años no lo harán, pero hoy por hoy amor a tutiplen.

    Me gusta

¿Me dejas un comentario?