Echaré de menos estos días. Días en los que no tengo ni un momento para mí, para leer un libro, para coser un ratito o para comer sin tener que levantarme una media de cuatro o cinco veces en cada comida.
Echaré de menos estos días. Días que me paso recogiendo pañales, encontrándome juguetes en el sitio menos pensado y limpiando huellas de deditos por las paredes y los muebles.
Echaré de menos estos días. Días de rutina, de pasear a Nieve, jugar al balón en el parque y luchar para que te metas en la bañera y después para que te salgas.
Echaré de menos estos días. Días de leer un cuento y dos y tres y muuuuuchos, de ver en la tele a Caillou, a Piti Mouse, a Pepa Pig o a Pocoyó y que las conversaciones con papá se reduzcan a un sólo tema: tú.
Y también echaré de menos estas noches. Noches de negociaciones sin tregua, de desesperación, frustración y lágrimas, noches de cansancio, de «menos mal que viniste a nacer en esta casa» y de «quizás mañana tengamos más suerte«. Noches en las que te has adueñado de nuestra cama y al otro amor de mi vida lo tengo tan lejos.
¿ Sabes por qué? Porque nunca antes había amado tanto. Nunca antes me había quedado embobada viendo dormir a alguien, ni me habían entrado ganas de darle un abrazo tan fuerte tan fuerte que se fundiera en mis brazos… Nunca antes papá y yo habíamos vivido tantas primeras veces ni tantas miradas complices. Y porque estos días son también los días de las risas, de los saltos en la cama, de los besos con babas y las uñas negras. De los cosquillas y el lobo feroz, de las canciones en inglés y de los «yo solito», de los sandwich de Álvaro y los bailes en la cocina…
Por eso sé que echaré de menos estos días y quizás, algún día, también echaré de menos estas noches.
Aix!! Que bonito!!
Desde luego, yo también lo pienso eso a veces. Sobretodo cuando I me pide que la coja en brazos una y otra vez y yo tengo la espalda hecha polvo ya, pero sólo pensar que llegará un día que no querrá que la coja hace que me olvide de todo y no me duela nada.
Un besito!
Me gustaMe gusta
En estos momentos de bajón como madre, me acabas de hacer llorar… A veces es muy duro, mucho… Pero yo también lo echaré de menos.
Me ha encantado este post, lo leeré muchas veces! Un beso enorme.
Me gustaMe gusta
Precioso!! Acabo de descubrir tu blog y me quedo por aquí leyéndote.
Bss!
Me gustaMe gusta
Ayyyyyyy que estoy llorando a moco tendío!!!! pero que sensiblonas estamos estos días!!! claro que lo echaremos de menos y los siguientes y todo lo que tenga que ver con ellos.
Me gustaMe gusta
Ooooohhhh, pero que post tan bonito y lleno de sentimiento!! Me he emocionado y todo!!!
Besitos
Me gustaMe gusta
Pero qué bonito!!!! Y además llevas toda la razón, yo me quejo un montón de que no me dejan en paz pero sé que en cuanto crezcan un poquitín y vayan un poco más a su bola voy a echar de menos esta época. El caso es quejarme!! jajaja Un besazo!
Me gustaMe gusta
Ains, que me tienes aquí soltando la lagrimilla!! Pero qué post más tierno, madre mía… Desde luego, yo estoy muerta por dentro, no soy capaz de escribir algo así ni en mis momentos más sensibleros!!
Me ha encantado, y también ha hecho que me enamore de Álvaro, yo también lo voy a echar de menos… 😉
Me gustaMe gusta
Gracias !!!
Yo es lo q pienso continuamente. Es mi mantra para no volverme loca 😉
Me gustaMe gusta
Tu tb estás de bajón? Pues ya somos dos!
Algunos días se hace durillo pero seguro q dp lo echamos de menos y todo.
Un beso
Me gustaMe gusta
Me alegro!!!! En cuanto tenga un ratino me paso por tu casa y te hago una visita 😉
Me gustaMe gusta
Sensiblonas es poco !!! Yo por una parte me da una pena q pase el tiempo tan rápido… Aunque hay noches q solo pienso en que se haga mayor y se vaya de casa, jajaj
Besitos
Me gustaMe gusta
Gracias guapa
Me gustaMe gusta
Ajajajaja, nos quejamos con razón eh? Q a veces es durillo…
Un beso
Me gustaMe gusta
Jaja… Yo es q me tengo q cortar y todo para no ser el blog mas cursi de la blogsfera, ajajaj
Oye, q si echas mucho de menos a Álvaro me lo dices y te lo empaqueto 😉
Me gustaMe gusta
Se me han saltado las lagrimas 😉 ains echaremos de menos tantas cosas que ahora nos molestan y nos agotan…
Me gustaMe gusta
snifff, snifff! Y tanto que lo echaremos de menos. Ay, yo pienso en el día que Maramoto ya no quiera dormir con nosotros y sé que la echaremos más de menos nosotros a ella que ella a nosotros. No hay nada como despertarse y verla durmiendo a tu lado. Qué sentimientos tan fuertes nos producen, ¿verdad? Y qué pena que el tiempo pase tan rápido…
Me gustaMe gusta
Que bonito post!. Que razón tienes, lo echarás de menos y es que sólo con verlos, nos hacen tan feliz…
Me gustaMe gusta
Si… Pero a veces hay ganas de echarlas de menos eh?
Muak
Me gustaMe gusta
A mi me pasa igual. El día q se vaya de la cama me da algo… Aunque tengo q reconocer q estoy deseando q llegue el día q se duerma solito, en nuestra cama pero solo.
Muak
Me gustaMe gusta
Exacto! Nos tienen embrujados 😉
Besitos
Me gustaMe gusta
Estos niños es que son un amor. Yo desde que nació Alejandra le decia a todo el mundo que la pensaba achuchar, coger y besar todo lo que pudiese, tanto que se iba a cansar de mi. Ahora Alejandra tiene 5 años y Diego 4 y he de decirte que ellos me besan y abrazan a mi tanto como yo a ellos. Cada mañana en el cole antes de entrar nos damos un gran abrazo y un beso y siempre alguien me dice que que mimosos y yo digo, me encanta que sean así porque pienso que cuando tengan 15 años no lo harán, pero hoy por hoy amor a tutiplen.
Me gustaMe gusta
Qué maravilla de post… Precioso!!! Seguro que echaremos de menos muuuucho los días que vivimos ahora con ellos , por duros y largos que parezcan ahora, jaja… Besos!
Me gustaMe gusta